Posteado por: seguridadyambiente | junio 18, 2022

TRANSPORTE DE SUSTANCIAS PELIGROSAS (Cap.2)

Dispersión de un producto químico

La evaluación del peligro por la dispersión de una sustancia que escapa o se derrama, dependerá en gran medida de sus características físicas (estado de agregación, presión de vapor y punto de ebullición). De ellas, el conocimiento del estado de agregación del producto químico, resultará básico para realizar una estimación inicial del peligro de dispersión, y con ello, determinar la “zona de intervención” en caso de siniestro.

A temperatura ambiente, un sólido desprenderá escasa cantidad de vapores. Elevando la temperatura más allá de la temperatura de fusión, el líquido formado liberará sus vapores en cantidades mayores, a medida que aumenta su temperatura. Estos vapores se incorporarán y mezclarán con el aire del entorno. Debido a esta dispersión de sus moléculas puede inferirse que cuando se derrama un sólido, la zona de intervención será reducida, mientras que para el derrame de líquido, dicha zona será mucho mayor.

Cuando el producto químico pasa al estado gaseoso, la zona de intervención se amplía.

El estado de agregación de la materia (sólido, líquido o gaseoso) es factor determinante de:

# El radio de dispersión del producto químico, (desde el punto de fuga).

# Las concentraciones que pueden alcanzarse.

# El tamaño y delimitación de la zona de intervención.

Para el cálculo de la dispersión de gases o vapores desprendidos de un producto químico, será necesario conocer la densidad de éstos, (si son pesados o ligeros).

Los gases y vapores más pesados que el aire pueden acumularse en sectores bajos del terreno, así como en alcantarillados y sótanos.

Un ejemplo: el gas butano de uso doméstico, con una densidad relativa de 1.8 a 15 º C (con respecto a la del aire, para el que se toma un valor “1”).

Para el caso de gases licuados, incluso de baja densidad relativa, (inferior a “ 1”) cuando la fuga se produzca en la fase líquida, la nube que se forme, deberá siempre considerarse en principio, como “pesada”, por la presencia de aerosoles (pequeñas gotas dispersas de líquido en el gas).

Para otros gases y vapores de alta densidad, habrá que tener en cuenta que además de la tendencia a acumularse en puntos bajos del terreno, éstos pueden “trepar” por fachadas debido a la acción del viento, lo que torna difícil el cálculo de la dispersión de tales productos químicos en casos de fugas.

Los gases y vapores pueden ser peligrosos principalmente por su inflamabilidad y/o su capacidad toxicológica. Los productos que ejercen una acción corrosiva sobre las vías respiratorias también son considerados tóxicos.

Sin embargo, habrá que tener en cuenta que para que los gases y vapores lleguen a concentraciones inflamables, se habla normalmente de proporciones, (% en volumen) mientras que muchos productos químicos son además tóxicos aún en concentraciones muy bajas, medidas en partes por millón,(ppm).

Hasta aquí hemos llegado por hoy, en este breve capítulo. Para la próxima entrada trataremos el tema «Sustancias Peligrosas»

Un anticipo…

Sustancia peligrosa es todo material nocivo o perjudicial que, durante su elaboración, almacenamiento, transporte o uso, puede generar o desprender humos, gases, vapores, polvos o fibras de naturaleza peligrosa, ya sea explosiva, inflamable, tóxica, infecciosa, radiactiva, corrosiva o irritante en cantidades que tengan probabilidad de causar lesiones y daños a personas, instalaciones y/o al medio ambiente.

El desarrollo tecnológico y el bienestar de la sociedad del siglo XXI esta basado en la utilización de ciertos materiales/productos, que presentan características de mayor o menor peligrosidad, sería inimaginable ésta época con la falta de ellos, aunque transitemos una situación critica que envuelve al mundo en este año 2022 (en referencia por ejemplo al Gas Oil y otros productos que provienen de países en conflictos bélicos o con problemas económicos), estos productos hoy nos proporcionan la energía que mueve el transporte. Otro ejemplo que podemos dar es no contar con los abonos necesarios para incrementar cantidad y calidad de cosechas. Todo esto atento a que aún la generación y utilización de otros tipos de energía (que están evolucionando como la solar, eólica o eléctrica en vehículos) actualmente no pueden proporcionarnos una solución en lo inmediato a nivel macro.
Tampoco se podrá prescindir de plásticos, productos desinfectantes, que como el cloro, nos garantiza la salubridad del agua, o de medicamentos que preservan nuestra salud.

Algunos de los productos considerados peligrosos son materias primas y por lo tanto, hay que transportarlos desde los puntos de extracción hasta las plantas de transformación.

Seguirá en la próxima…

Un cordial saludo, Ing. Daniel Epíscopo


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